Un áspid de verbo silenciado, su pupila
sumergida en brillantina
y un esbozo prolongado en la sonrisa.
Enjutos huesos y venas coronarias.
Un guión. Punto y aparte… y caminando.
Habla mucho y no dice nada, porque teme
que el silencio le delate.
Escrito en Octubre 1993 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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