al fondo.
En la cúspide, el fuego teñido de negro
entre dos tizones.
Estás a mi lado, y como brisa suave,
tu piel emana un cúmulo de sensaciones,
que mi piel percibe.
Todo se detiene un instante,
mientras nuestras miradas se anudan
con unas sonrisas y un beso se prolonga…
como un hilo interminable.
Escrito en Mayo 1994 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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