miércoles, 11 de octubre de 2023

Rostro de Piedra.

Sobre un caballo desbocado, vivo
dando  saltos a la suerte y la fortuna,
entre dicha y agonía, existe  una
y su efecto es inmediato y efectivo.


Una negra penuria siente el alma 
y no acierto a comprender, si su motivo,
es tan sólo consecuencia de estar vivo,
pues destroza mi serenidad y calma.


Se me ciñe, cual cilicio y en su angostura,
brotan lágrimas y sangre que se seca,
en el gesto contraído de una mueca
y en mi rostro endurecido, allí perdura.


Escrito en Septiembre 1993 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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