calles.
Columnas de silencios y de cenizas,
cubren los sueños de enredadera.
Crespones de penumbra, testigos mudos.
Los párpados entreabiertos y un ápice
de luz herida, arañando su negra pupila.
El sol rasgará su denso manto, pero aún …
no ha amanecido.
Escrito en Mayo 1994 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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