domingo, 22 de octubre de 2023

Sumergido en tus frías aguas.

Tus senos son las piedras que se hunden 
en mi pecho.
Hay un río de corrientes bravas,
que fluyen con ímpetu en mis venas, 
a pesar del hielo azulado,
que en témpanos se desprende desde
la intensidad de tu mirada.


Llevaste mucho tiempo  el timón de mi cuerpo,
varado  en tus abruptas orillas.
Huérfanas de fina arena  o de la ternura,
que el mar recoge de la espuma, 
en la desierta playa.

En mi corazón anidaste, cuando las nieves solitarias cubrían tu pétreo rostro, 
con la indiferencia del viento del Norte,
que agrieta inmisericorde, 
los cuerpos desnudos a la intemperie.


Amanece frío y gris el día.
La soledad pesa como un gran trozo de hielo,
que va derritiéndose lentamente 
sobre mi alma.
Permanezco despierto y aterido, pero jamás 
aparto mi vista de la línea de mi horizonte.


Escrito en Octubre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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