de antiguos sentimientos, que dormidos,
son restos, que no son reconocidos
y el viento del olvido los deshizo.
Las alas de un poema son el friso
de amores recobrados, y sentires,
que se alzan como cúpula o menhires;
columnas de un octavo paraíso.
Las alas de un poema, si es preciso,
son llanto y son denuncia o alabanza
que el corazón dibuja en su semblanza
y adquiere decisión de un compromiso.
Las alas de un poema, tu cadera,
tus pechos, que adivino entre la sombra,
la boca de quien te ama y quien te nombra,
te besa, te atesora y te venera.
Escrito en Septiembre 1993 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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