donde olvidar la tristeza entre las sábanas.
Donde ahogar la soledad entre aromas
de alcanfor y una vez más, salir
al escenario del mundo con una sonrisa
dibujada.
Llegarán otras gentes, buenas gentes
y algunas que llevarán un nuevo desengaño
hasta las puertas de mi casa.
No me culpéis si cierro mis puertas.
¿Qué más podéis arrebatarme? Si ya
no me queda, ni siquiera una pizca alegría
para condimentar a fuego lento las horas
y crear un caldo de cultivo, con lo que
queda de mi fe en vosotros, sin que se agrie
el guiso y se eche a perder.
Escrito en Octubre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito. ”zuhaitz”.
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