martes, 10 de octubre de 2023

Tentaciones nocturnas.

Si ya no amaneciera, yo tendría 
un motivo para silenciar mi orgullo,
en la noche, donde errante me destruyo,
agorera de mortales fantasías.


Como un carro de fuego, mis anhelos,
me muestra la serpiente en su manzana,
pero no ha de despuntar otra mañana,
se ha perdido entre la magia de estos cielos.


Ya no cesa mi pavor en la negrura,
va rotando y amasándome el vacío,
Invadiendo y adueñándose del  mío 
y arrancando de mis ojos, su espesura.


La noche, novia eterna en su dulzura,
tan incierta, como extraña y presentida,
tan oculta, tan palpable o tan temida,
como un áspid de rabiosa mordedura.


Escrito en Julio 1993 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario