viernes, 13 de octubre de 2023

Al fin y al cabo.

Cuando llueve, se copian fugitivas las gotas 
de agua  y el cielo es un calco gris,
que  extendido, se arruga con el viento.


Las horas pasan con ojos rápidos,
como un cuerpo perdido en las escasas luces
de la noche.


No sé porqué, la tristeza  sabe
 a mala digestión y la esperanza 
le salen “patas de gallo”.


Al fin y al cabo, escribo mientras me quede
un alma, algo que decir y una noche entera 
para pensar.


Escrito en Octubre 1993 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






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